LA HOMOFOBIA DESDE LA RELIGIÓN. Por: Ricardo García Jiménez/APIM
Tales preguntas no hacen más que fomentar un odio de género al grupo LGBT nacional exponiéndolos a grupos de fanáticos religiosos fundamentalistas para que estos ejercer acciones de violencia a personas o grupos de personas que buscan ejercer su libertad de elegir su preferencia sexual. Las declaraciones de la curia mexicana dejan ver su odio más visceral como si estuviéramos en tiempos de la inquisición. Ya es por uso y costumbre que las agrupaciones ultraderechistas vinculadas con la Iglesia Católica Mexicana emprendan campañas, marchas y mítines contra la comunidad LGBT en varias de las principales ciudades del país. La mayoría de los obispos y sacerdotes mexicanos no ocultan su odio y desprecio hacia este sector social. Un ejemplo de este odio que viene acumulando fuerzas sucedió el año pasado (julio 2015) en las ciudades de Xalapa, Veracruz, Coatzacoalcos, Córdoba, Orizaba donde católicos fundamentalistas realizaron marchas simultaneas en la ciudades antes citadas. Desafortunadamente este odio acumulado reventó el pasado domingo 22 maya 2016, en la ciudad de Xalapa, donde un grupo armado tipo “comando” atacó a los asistentes a un antro LGBT de la capital de Veracruz, dejando varios muertos y heridos. Las autoridades no se descartaron en su momento que el crimen perpetrado se haya tratado de un acto de terrorismo de odio. El saldo, cuatro personas muertas y al menos 14 heridas. Desafortunadamente las declaraciones y actitudes de odio de la Arquidiósis Mexicana expresadas en su “Seminario desde la Fe” salen a la luz pública de forma simultánea cuando se llevaba a cabo una masacre en un bar LGBT en la ciudad de Orlando Florida. El atacante, Omar Mateen, un ciudadano estadounidense de origen afgano de 29 años, había sido previamente investigado por sus lazos con un atacante suicida estadounidense y prometió lealtad al Estado Islámico, dijo el FBI, que abrió una investigación por terrorismo. El saldo de este hecho fueron 50 personas asesinadas. Tristemente las religiones mundiales y sus iglesias siguen fomentando el odio contra la comunidad LGBT. La Secretaria de Gobernación (SG), el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) y la Secretaria de Educación Pública (SEP) deben estar atentas a la actuación de las iglesias en nuestro país. Debe sancionar a las iglesias que fomente el odio contra la población LGBT. Y las organizaciones defensoras de las Derechos Humanos, deben denuncian ante las autoridades correspondientes cualquier mensaje de odio. Mismos que viene creciendo y acumulándose a lo largo y ancho de nuestra nación.
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